La Paz, 22 de mayo de 2023
MPR/DESPSE-1451-CAR_SE/23
Al Honorable
Su Santidad Francisco
Ciudad del Vaticano.
Hermano Francisco:
Me dirijo a usted consternado e indignado por los hechos que recientemente se
han develado en nuestro Estado Plurinacional de Bolivia, a partir de la investigación
del periódico El País de España, titulada «Diario de un cura pederasta», a fines de
abril de la presente gestión; en la que se revela que un sacerdote de la lglesia
católica dedicado a la enseñanza escolar de niños y adolescentes abusó
sexualmente de varios de ellos mientras fue profesor de colegios en América Latina,
entre ellos en mi país, delitos deplorables y aberrantes que con absoluta impunidad
fueron ocultos durante años, tiempo que transcurrió en aparente normalidad por
el silencio cómplice de la estructura eclesial local, que encubrió los mismos con una
inaceptable indiferencia e indolencia. Con el correr de los días, durante este mes
de mayo, se han conocido más y más casos de delitos sexuales contra niñas, niños
y adolescentes ejecutados por sacerdotes católicos en Bolivia, entre los cuales se
encuentran los cometidos en comunidades indigenas originarias.
Como comprenderá hermano Francisco, esta situación ha provocado en Ia
población boliviana un profundo dolor, repudio y frustración; sentimientos a los que
me adhiero, como primer mandatario de mi país.
Varias víctimas rompieron el silencio y han iniciado acciones legales reclamando
justicia. Al momento de escribir esta nota, ya se tienen investigaciones judiciales en
curso por los delitos sexuales contra nuestra niñez y adolescencia por parte de estos
sacerdotes católicos, algunos ya falle cidos y otros que deben responder ante la
justicia boliviana; así como también los que han encubierto estos gravísimos delitos
contra quienes más necesitan de nuestro amor, atención y cuidado; las niñas y
niños.
Rechazamos lo ocurido categóricamente, como lo rechaza indignado el pueblo
boliviano que espera mós que comunicados de las autoridades religiosas locales,
Éstos no son errores o desviaciones de conducta, son delitos que dañan de por vida
a niñas y niños, y que también dañian a la lglesia, y por esa misma razón, debe
pasarse de estos pronunciamientos a acciones concretas, para que haya justicia y
que estos gravísimos delitos no vuelvan a cometerse, ufilizando la fe y a la lglesia
en búsqueda de impunidad. Los abusos sexuales a niñas, niños y adolescentes.
como lo dijo usted, representan la «cancelación de la infancia» y una «laga» para
la sociedad y la lglesia, atentan contra la integridad, la dignidad, los derechos y la
vida de los seres que més debemos proteger, y, constituyen gravisimos delitos que
no pueden quedar impunes. La Fiscalia General del Estado y la Policia Boliviana
investigan los casos conocidos.
En este sentido, como Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia, estamos
tomando las medidas necesarias para evitar la impunidad de los responsables,
hacer justicia a las víctimas e impedir futuros hechos similares realizados al amparo,
silencio y protección de algunos poderes sin conciencia religiosa ni humana.
En esta linea de acciones, hemos remitido desde el Órgano Ejecutivo a la Asamblea
Legislativa Plurinacional un anteproyecto de ley contra la impunidad de delitos
sexuales contra infantes, niñas, niños
adolescentes, que establece la
imprescriptibilidad de estos delitos, aumenta la pena para quienes los encubren,
también determina que el derecho a la verdad es imprescriptible e inalienable, y
crea una Comisión de la Verdad para el esclarecimiento de estos delitos.
Sabedores que la lglesia Católica bajo su conducción, ha realizado investigaciones
sobre hechos de abuso sexual de niñas, niños y adolescentes en diferentes latitudes
del mundo, que tienen identificados casos y presuntos autores; pido a usted, que
la justicia boliviana pueda acceder a todos los archivos, expedientes e información
referente a estas denuncias y hechos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes
y religiosos católicos en territorio boliviano. Estos años de impunidad no pueden
extenderse indefinidamente sin que la justicia establezca las responsabilildades y las
víctimas cierren un capítulo atroz donde el único consuelo que tendrán es el
derecho a la verdad, la justicia y el no encubrimiento de los hechos sucedidos.
Hace varias décadas que el Estado boliviano otorgó a los miembros extranjeros de
la institución eclesiástica facilidades de ingreso a nuestro país, permanencia y hasta la adquisición de la nacionalidad boliviana, con el fin de que pudieran cumplir una
misión religiosa y educativa, pero hoy lamentablemente adverfimos, que esas
facilidades, en estos casos, fueron mal utilizadas por varios sacerdotes que
ingresaron
Bolivia y cometieron estos graves delitos, algunos incluso con
antecedentes de haber cometido abusos sexuales en otro pais.
Acudo a usted hermano Francisco, para solicitarle la revisión conjunta con nuestro
Gobierno Nacional, de los antecedentes de los sacerdotes católicos extranjeros
que actualmente se encuentran en el Estado Plurinacional de Bolivia, pues ningún
sacerdote con antecedentes de abusos sexuales contra la niñez y adolescencia,
debe estar desempeñándose como educador o guia espiritual en nuestro pais.
Asimismo, comunico a usted que, desde el gobierno del Estado Plurinacional de
Bolivia, estamos trabajando en mecanismos de fortalecimiento del control y revisión
de los antecedentes personales para el ingreso a territorio boliviano de nuevos
sacerdotes y religiosos católicos extranjeros; esto como una forma de evitar que se
repitan estos delitos lamentables acontecidos contra niñas, niños y adolescentes
desde hace tantos años. EI Estado boliviano se reserva el derecho de admitir el
ingreso de nuevos sacerdotes y religiosos extranjeros a territorio nacional que
tengan estos antecedentes de abuso sexual contra menores, entretanto se
proceda con la revisión de los acuerdos y convenios vigentes, y se concluya la
negociación del «Acuerdo entre el Estado Plurinacional de Bolivia y la Santa sede»
que además deberá incluir recaudos para que no se repitan los hechos que
motivan esta nota.
Considero, hermano Francisco, que debemos unir esfuerzos en todos los ámbitos
para proteger a nuestra niñez, desde todas las instancias llamadas por ley a nivel
gubernamental, pero también desde las instituciones religiosas, más aún cuando
existen muchas bolivianas y bolivianos que profesan la fe católica, y que por lo
tanto confian la educación de sus hijas e hijos a miembros de la Iglesia, y por
sacerdotes involucrados en delitos sexuales se daña gravemente esa misión.
Somos un Estado laico que respeta las libertades religiosas, que reconoce el
trabajo, así como las labores humanitarias y formadoras que coadyuvan al
bienestar integral del pueblo. Muchos sacerdotes de la lglesia católica han
cumplido y cumplen importantes tareas junto al pueblo por la justicia social, junto
a las y los más pobres, junto a las grandes mayorias de mi pais que trabajan por mejores días para todas y todos, pero rechazamos contundentemente toda acción
que se constituya en delito y violación a los derechos humanos en general, y en
el ios umanos en general,
particular a los de nuestra niñez.
En el año 2021 usted pronunciaba estas palabras, por casos iguales ocuridos en
Francia: «Mi vergüenza, nuestra vergüenza, es por la incapacidad de la lglesia de
ponerlas en el centro de sus preocupaciones». Que las víctimas de estos delitos,
encuentren sosiego en la justicia. Que podamos escribir juntos, con voz firme y
decidida, que no aceptaremos bajo ningún argumento, que hechos deplorables
destruyan la inocencia de las niñas y niños.
Como lider de la lglesia católica y hombre de fe, sé que comparte mi indignación
y dolor por todo lo conocido, también la preocupación por estos delitos que se
cometen contra la niñez y adolescencia; por ello estamos seguros de que su
compromiso indeclinable con la justicia hará que la verdad prevalezca
Con el respeto y afecto de siempre.
